«Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan y, algunas veces, incluso los perdonan.»
Oscar Wilde
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I bambini ci guardano
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Año: 1943.
Director: Vittorio de Sica.
Reparto: Luciano de Ambrosis, Emilio Cigoli, Isa Pola, Adriano Rimoldi, Giovanna Cigoli.
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En 1943, Vittorio de Sica comenzaría a explorar las posibilidades expresivas y emocionales del naciente Neorrealismo en colaboración con Cesare Zavattini, su guionista de cabecera, con quien firmará obras capitales de esta corriente cinematográfica como El limpiabotas, Ladrón de bicicletas o Umberto D. Como siguiendo la lógica de la naturaleza, De Sica emprenderá esta primera incursión neorrealista desde la perspectiva franca y abierta de un niño.
Expresión del talante humanista que caracterizará las cumbres de la filmografía de su autor, I bambini ci guarnano –»Los niños nos miran»-, describe desde la inocencia interrumpida del pequeño Pricò (Luciano de Ambrosis) la progresiva descomposición de un matrimonio a causa de la aventura extramarital de la mujer (Isa Pola).
En concreto, la película arroja una agria y rabiosa llamada de atención al mundo adulto, moralmente degradado, desde la límpida pureza que (falazmente) se presume a la mirada infantil, principal víctima de esta decadencia de las costumbres. Más allá de factores como el chismorreo y maledicencia, expuestos a modo de rasgo definitorio de la cultura italiana –y mediterránea por extensión-, las acusaciones se ciernen en especial sobre la voracidad sexual que parece gobernar la vida adulta, donde se diría que los críos en general, y Pricò en particular, son una carga en lugar de una bendición.
Si bien la captación de la sensibilidad infantil goza de autenticidad, De Sica abusa de moralismos en su defensa de los valores familiares tradicionales. Aunque referida a todos los adultos, la culpabilización recae de manera directa e insistente sobre un solo personaje: el de la madre. La acertada aunque puntual conversión de esa infidelidad en una escena romántica al uso –la traición y la reivindicación del verdadero amor no dejan de ser, al fin y al cabo, una cuestión de punto de vista-, resulta insuficiente para rebajar el maniqueísmo que afecta a este divorcio compartido. Tampoco se fuerza un rechazo diametral hacia ella, eso es cierto, loable e incluso atrevido; al igual que la correspondiente postura comprensiva del progenitor.
No obstante, de discurso excesivamente plano, estereotipado y conservador en su conjunto, y a pesar de que el cineasta italiano luce una gramática limpia y clara de la cual consigue exprimir una notable intensidad a las relaciones paternofiliales –punto fuerte de De Sica, destacado director de actores infantiles-, a I bambini ci guardano le pesa bastante el paso del tiempo.
Nota IMDB: 7,9.
Nota FilmAffinity: 7,2.
Nota del blog: 5,5.
Contracrítica