“No sería exagerado decir que el Free Cinema cambió por completo el modo de sentir y concebir el cine en Inglaterra por pocos pero inspiradores años, antes de que los británicos se hundieran de nuevo en la complacencia y el filisteísmo.”
Tony Richardson
If…
Año: 1968.
Director: Lindsay Anderson.
Reparto: Malcolm McDowell, David Wood, Richard Warwick, Guy Ross, Robert Swann, Hugh Thomas, Peter Jeffrey, Christine Noonan.
En 1958, Lindsay Anderson estampaba su firma en un manifiesto junto con otros directores como John Schlesinger, Karel Reisz o Tony Richardson que definía las bases definitivas del Free Cinema británico, movimiento iniciado desde variados ámbitos de la cultura del país en los años anteriores por los denominados Angry Young Men, escritores, dramaturgos y directores de cine que denuncian la situación de un país en decadencia económica, social y moral, fruto de las penurias de posguerra y el desmembramiento del Imperio, y abogan por la creación de obras de un mayor realismo y preocupación social, lo que en el ámbito del cine se traduce, alentado y mezclado a su vez por los principios de movimientos paralelos como la Nouvelle Vague de Francia, en películas con mayor interés por el mundo obrero frente al cine precedente, considerado burgués y aristocrático, por las películas de autor realizadas al margen de las grandes productoras aprovechando las mejores técnicas para contrarrestar la falta de recursos y por una renovación de la forma menor que en la corriente francesa pero con mayor carga literaria y dramática.
Anderson, en sus inicios periodista, crítico de cine, documentalista y director para la BBC, la televisión pública británica, uno de los principales apoyos para el génesis del Free Cinema, destaca entre estos autores por sus despiadadas sátiras contra el conservadurismo de las instituciones británicas, como el mundo de los negocios, los hospitales o, en el caso del presente If…, el sistema educativo.
Seis años antes Tony Richardson había denunciado en La soledad del corredor de fondo -película notable con uno de los finales más sublimes y satisfactorios del cine- la tradicional educación británica, opresiva del individuo, anuladora de su personalidad en conjunto con una sociedad desestructurada e inhumana. If… explora de nuevo el mismo contexto pero desde un colegio elitista en vez de un reformatorio, con influencias del Cero en conducta de Jean Vigo, uno de los autores de cabecera de Anderson, y con un menor peso del estilo neorrealista y melodramático que se podía rastrear en la anterior.
If… recorre en capítulos la vida del estudiante británico desde la perspectiva de un joven rebelde (Malcolm McDowell, debutante en pantalla) en un rígido internado inglés que podría erigirse como representación de toda la sociedad. Un entorno endogámico, clasista, rancio y decadente poblado por sádicos, degenerados e hipócritas, destinado a la fabricación en cadena de masa humana –o monstruos, como producto defectuoso de su maquinaria- que perpetúe ese mismo putrefacto sistema, al que solo se puede combatir dando rienda suelta a los apetitos naturales de la edad: el deseo de hacer el amor a todas, de hacer la guerra a todos.
Anderson ensaya al mismo tiempo un nuevo desmarque del Free Cinema en lo artístico, con un mayor riesgo y alejamiento de formas estrictamente realistas que regala al espectador imágenes de enorme potencia y capacidad sugestiva –el encuentro en el bar, por ejemplo- y un final que opta por el simbolismo y la farsa destroyer, sin embargo un tanto chirriante respecto al tono del filme y de menor interés.
Nota IMDB: 7,7.
Nota FilmAffinity: 7,1.
Nota del blog: 7.
Contracrítica