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Green Zone: Distrito protegido

11 Feb

«Estados Unidos no pidió ser parte de esta guerra, y todos y cada uno de los estadounidenses desean que se acabe. Yo también. Pero la guerra no ha concluido; no concluirá hasta que ya alguien venza, ya sea nosotros o los extremistas. Si no vencemos a estos enemigos ahora, serán nuestros hijos los que se enfrentarán un Oriente Medio dominado por estados terroristas y dictadores radicales armados con armas nucleares.»

George W. Bush

 

 

Green Zone: Distrito protegido

 

Año: 2010.

Director: Paul Greengrass.

Reparto: Matt Damon, Brendan Gleeson, Greg Kinnear, Khalid Abdalla, Yigal Naor, Amy Ryan.

Tráiler

 

 

          Tras introducir el cine de espías en el siglo XXI con la entretenidísima saga Bourne, Paul Greengrass traslada ahora la acción y la intriga, con parámetros que recuerdan bastante a las anteriores, al Irak de la invasión norteamericana, donde un militar concienciado –por contradictorio que suene- cuestiona la actuación militar de su país en relación a la inexistencia de las supuestas armas de destrucción masiva que justificaron la intervención; una trama de bien definidas y poco disimuladas tendencias políticas, muy justificadas desde luego, que pone de manifiesto las intrigas, cortedad de miras y chanchullos que se enredan entre sí en esta operación de liberación del país mesopotámico; elementos que muestran a las claras que la tendencia habitual del neoimperialismo americano y del mejor ejercito del mundo no puede ser otra que la chapuza, de la que han dejado ya numerosos ejemplos precedentes.

          Si bien maneja de base ideas realmente atinadas e interesantes –y que incluyen una hiriente pulla al periodismo cazador de noticias que, por ese afán de relevancia oportunista sin cuestionamiento, es susceptible de ser manipulado por los poderes políticos- y el sentido del ritmo de Greengrass es bastante bueno, como ya ha quedado probado en repetidas ocasiones; Green Zone: Distrito protegido no termina del todo de alcanzar la intensidad necesaria para erigirse como gran película. La acción combina secuencias bien filmadas junto con otras, sobre todo las de situaciones puramente bélicas, rodadas cámara al hombro para trasladar con mayor realismo el caos del combate, que resultan más agitadas y mareantes que efectivas y dinámicas. Por otra parte, contar con el protagonismo de Matt Damon, un actor que pese a tener la expresividad de una mesa camilla se las ha arreglado para embarcarse en los proyectos de los mejores directores del mundo, suele ser un factor negativo, aunque por lo menos queda aquí contrarrestado por la presencia de tipos competentes como Brendan Gleeson o el israelí Nigal Yaor, conocido curiosamente por interpretar a Saddam Hussein en la notable miniserie de la HBO House of Saddam.

Por último, un final resuelto un poco cogido por los pelos hace que la sensación general sea que la película, sin ser mala, ni mucho menos, podría haber sido aún mejor.

 

Nota IMDB: 7.

Nota FilmAffinity: 6,5.

Nota del blog: 6,5.