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Grupo salvaje

28 Feb

«Yo jamás he realizado un western. Tan solo películas sobre quienes tienen razón y quienes se equivocan en la vida. Los western sólo los han sabido hacer Monte Helmann y Sergio Leone.»

Sam Peckinpah

 

 

Grupo salvaje

 

Año: 1969.

Director: Sam Peckinpah.

Reparto: William Holden, Ernest Borgnine, Warren Oates, Ben Johnson, Jaime Sánchez, Edmont O’Brien, Robert Ryan, Emilio Fernández.

Tráiler

 

 

            Los westerns de Peckinpah, y buena parte de su obra en general, poseen siempre unos elementos bien definidos, recurrentes en la obra del director californiano, y realmente elocuentes sobre su visión de la vida y del cine. Son westerns melancólicos, crepusculares, dotados de una poesía muy especial, visceral, cantada con voz rota; westerns poblados de perdedores con escaso presente y aún más reducido futuro pero que todavía conservan los arrestos suficientes para coger su existencia por los cuernos y reivindicarse en su orgullo, darse el último festín a costa de un mundo ingrato y amoral, un fogonazo fulgurante antes de que se apague la llama.

            Grupo salvaje es la película más recordada de Peckinpah y en ella se encuentran presentes todas estas claves arquetípicas. Es la historia de la banda de Pike Bishop (William Holden), un grupo de forajidos que se dedican a asaltar todo tipo de instituciones en la polvorienta Texas, especialmente las arcas ferrocarril, ente simbólico para la representación del fin del salvaje Oeste, paradigma de la llegada de la civilización y del ocaso de los viejos tiempos; y que, tras unos golpes infructuosos,  se entremezclará en el México de la revolución de Pancho Villa para dar su último golpe: el robo de un cargamento de armas del ejército estadounidense para vendérselas al general Mapache, mientras a su vez son perseguidos por los pistoleros del ferrocarril, encabezados por el antiguo socio de Bishop, Deke Thornton (Robert Ryan).

Bishop y su banda son esos personajes sin esperanzas ni futuro tan del cine de Peckinpah, seres tridimensionales llenos de claroscuros, comandados por un líder taciturno, lleno de remordimientos y necesitado de ponerse en paz consigo mismo; hombres tan egoístas como leales, tan honrados como mezquinos, humanos en definitiva, que no tienen dónde agarrarse sino a viejos y olvidados códigos de existencia que no tienen ya cabida en ese mundo amoral que les rodea, en el que la violencia es una de las bases fundamentales como parte indisociable de la naturaleza humana -hasta los niños solo desean imitarla, solo desean destruir- y donde la mujeres están a mitad de camino entre putas y redentoras.

Un mundo en decadencia en el que este grupo de hombres salvajes, de hombres nobles, tan solo puede precipitarse hacia un final de épica desesperación.

            Como una de sus obras mas más personales, no en vano incluso Peckinpah participa en el guión de la misma, ese profundo lirismo queda plasmado en cada escena, en cada gesto, magnificado por un reparto soberbio, empezando por  un portentoso William Holden hasta cada uno de sus enormes secundarios, y por la siempre vigorosa y expresiva dirección del californiano –a excepción de unos flashbacks un tanto toscos-, con sus recurrentes muertes al ralentí, sus imágenes tan poderosas como amargas y ese aroma de poesía gritada a puñetazos ya mencionada.

Peliculón.

 

Nota IMDB: 8,1.

Nota FilmAffinity: 8,2.

Nota del blog: 10.