El bazar de las sorpresas

29 Oct

“Ninguno de nosotros creía que lo que hacíamos fuera más que una efímera forma de entretenimiento. Sólo Ernst Lubitsch sabía que estábamos haciendo arte.”

John Ford

 

 

El bazar de las sorpresas

 

Año: 1940.

Director: Ernst Lubitsch.

Reparto: James Stewart, Margaret Sullavan, Frank Morgan, Felix Bressart, Joseph Schildkraut, William Tracy, Sara Haden, Inez Courtney.

Tráiler

 

 

            Parece mentira, visto desde la actualidad, que un género devastado por la cursilería, el conservadurismo, la obviedad, la gratuidad, la prefabricación y la mediocridad, en definitiva, como la comedia romántica pueda haber sido en algún tiempo pasado un prodigio de gusto, sutileza y emociones al mismo tiempo veladas y explosivas. Claro, que hablamos de Ernst Lubitsch, palabras mayores, considerado padre de la comedia sofisticada, firmante de películas con un fondo de una riqueza y complejidad inabarcable, dibujado con pinceladas tan imperceptibles como intensas.

             Poco importa que El bazar de las sorpresas supere los 80 años de edad. El Budapest que trata de sacar la cabeza y recuperar la dignidad tras la crisis de 1929 es un mundo reconocible, especialmente a día de hoy. Es este el marco en el que se encuadra, como una parte más de un conjunto que registra la vida cotidiana y el sentir de la sociedad del momento, el romance entre Alfred Kralik (James Stewart, impecable como siempre) honesto y un tanto estirado jefe de ventas, y la recién llegada Klara Novak (una acertada Margaret Sullavan), una chica atractiva, chispeante y altanera.

             El relato confluyente de amor secreto y odio declarado entre ambos -mil veces imitada y por ello algo predecible, sin que aún así merme su calidad- transcurre pleno de encanto, ternura, sensibilidad y elegancia, sin caer nunca en lo ñoño o en excesos melodramáticos baratos, sin carcajadas pero con una sonrisa perpetua y con unos tiempos perfectamente calibrados por el realizador germano, integrado a la perfección en ese contexto dramático en el que el libreto de Samson Raphaelson (uno de los guionistas de confianza del berlinés, con nueve colaboraciones en total, adaptando la pieza teatral de Miklós László) dosifica con tino, inteligencia y mesura unas dosis de acidez y amargura que aportan una sutil y soterrada complejidad a ese aspecto engañosamente leve y delicado del filme.

Una negra sombra, en este caso, que crea un verdadero impacto subconsciente, oculto en el trasfondo, derivado del reflejo de una sociedad a la que la desesperación económica logra sacar lo peor de sí misma –la hipocresía y el arribismo, personificada en el personaje de Varnas (Joseph Schildkraut); la desconfianza, la deshumanización de personajes esencialmente positivos pero arrollados y confusos por las circunstancias, como el caso del entrañable señor Matuschek (enorme Frank Morgan)-. Una tendencia negativa a la que se ha de combatir con el tesón de una humanidad firme e incólume como la del honrado y paciente hasta lo testarudo Kralik o Pirovitch (Felix Bressart, adorable robaplanos que completa una plana principal que ofrece unas interpretaciones de auténtico lujo).

             Volviendo a tiempos contemporáneos, los insulsos Tom Hanks y Meg Ryan protagonizarán la presunta modernización de El bazar de las sorpresas en Tienes un e-mail. Pero, inevitablemente, es el remake el que parece avejentado en comparación con su precedente.

Un indicativo: para Lubitsch es la película favorita de entre las que dirigió.

 

Nota IMDB: 8.

Nota FilmAffinity: 8,1.

Nota del blog: 9.

16 respuestas to “El bazar de las sorpresas”

  1. ALTAICAaltaica 30 octubre, 2012 a 01:30 #

    Creo que has realizado una de las mejores crónicas que recuerdo en este fantástico blog, donde abunda la excelencia. Analizas la película de forma brillantísima, llegando a aquellos rincones que en apariencia no se ven y tan solo deambulan como asomos. Una obra vestida en apariencia de nobleza y divertimento pequeño que esconde ese submundo al que tan inteligentemente nos acercas. Una pequeña joya que te va calando más aún con el paso del tiempo. Lo dicho, un verdadero placer leerte siempre y en este caso especialmente.

    • elcriticoabulico 30 octubre, 2012 a 03:10 #

      Cuando una película es buena, es fácil hablar de ella. Sobre todo si presenta tantos pequeños matices a descubrir. Gran recomendación.

  2. Dessjuest 30 octubre, 2012 a 14:21 #

    Pes sí, esta es una de las que nos recomendó altaica y que pude disfrutar hace bien poco, ya sabes que me gustó más la del diablo dijo no, pero vaya, que estaba bien, una historia romántica con algún diálogo bastante bueno y que supera con creces a las imitaciones que surgieron después.

    A mí Steward me encantó en su papel, y tras ver esta peli vi claramente a quien pretenden imitar Hugh Grant y demás galanes actuales de la comedia romántica, es que hasta los actores de doblaje intentan doblar al que dobló a Steward (no se si se entiende esto).

    Lo mejor de la peli, sin duda, el ritmo, no se hace pesada, no te parece que estiren el argumento, no hay momento de aburrimiento.

    Saludos.

    • elcriticoabulico 30 octubre, 2012 a 16:49 #

      Sí señor, no sobra nada, ni nada es gratuito. La de El diablo dijo no caerá un día de estos.

  3. ALTAICAaltaica 1 noviembre, 2012 a 03:08 #

    Por cierto, imagino que del maestro habréis visto Ser o no ser. En caso contrario buscarla como sea. Si me ponen entre la espada y la pared, la elegiría como la mejor comedia de la historia del cine.

    • Dessjuest 1 noviembre, 2012 a 11:39 #

      No, pues no la he visto 😀

      Por cierto, ayer me encargué un par de pelis de Drácula, de las antiguas, una de 1931 dirigida por Tod Browning y otra del 58 de un tal Terence Fisher, no sé qué opinión tenéis al respecto.

      Saludos, me encargo la de «Ser o no Ser».

      • elcriticoabulico 1 noviembre, 2012 a 16:48 #

        No sé que tiene wordpress contra ti, Dessjuest, que te tengo que rescatar de vez en cuando del spam. Siempre recuerdo con agrado la primera de Drácula, aunque de Tod Browning mi favorita siempre fue La parada de los monstruos. Aunque no la he visto, la versión de Drácula de Fisher es también es un clásico a su manera, de cuando la Hammer británica revisó los monstruos de Hollywood dandoles un toque de sangre y morbo sexual más acentuado.

    • elcriticoabulico 1 noviembre, 2012 a 16:41 #

      ¡Hombre! Ahí en dvd la tengo, sí. Una maravilla.

  4. ALTAICAaltaica 1 noviembre, 2012 a 18:35 #

    Yo, del cine de Drácula reniego bastante, no por el tema que me parece apasionante (la novela es maravillosa), pero sí por toda una serie de producciones que ya desde niño me hacían más reír que llorar.

    Sigo pensando que aún hay temas no suficientemente bien tratados y uno de ellos es éste, así como el jorobado de Notre Dame (Nuestra señora de París, de Hugo), o todo lo vinculado con la licantropía o la novela de Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, de las que curiosamente lo que más me ha gustado ha sido El doctor chiflado y Un hombre americano en Londres.

    Del primer asunto, no conozco nada que se le aproxime a Nosferatu, una obra sencillamente excepcional. Del resto no rescato casi nada, ni tan siquiera algo elaborado por Browning, que como bien dice Abúlico nos dejó algunas obras únicas, entre ellas la descomunal Parada de … La de Fisher … pues eso, un Drácula de cartón piedra en un estilo de cine al que solo le queda un regusto del pasado, con todo lo que ello conlleva de nostálgico y poco más, pues tanto su formato, ejecución, discurso y tratado no resisten más que una leve sonrisa «infantil».

    Nunca fui apasionado de la Hammer y siempre he defendido, por el contrario, la serie B americana en la scifi. Pero curiosamente la obra de Coppola sí me pareció un extraordinario homenaje a ese cine, máxime teniendo en cuenta la vinculación iniciática del propio Coppola, que no solo da cumplida ofrenda como digo, sino que da todo un tratado de cine en el fondo y en la forma, bañado de un lirismo casi mágico.

    Del otro gran asunto como es La bella y la bestia, decir que me sigo quedando con King Kong, 1933, pues ni la de Cocteau me llenó del todo. Es probable que todos estos asuntos me gusten más en derivaciones que ajustadas a su formato original. Eso sí, os recomiendo El Golen, maravillosa. Y como no La mujer pantera, única y especial. Sobre las vinculadas con las momias, mejor lo dejamos, si bien hubo una antigua que me gustó algo.

    • elcriticoabulico 2 noviembre, 2012 a 14:14 #

      Tengo que reconcer que me aburrí viendo El golem, se me hizo muy larga… También es verdad que la vi hace unos cuantos años.

  5. ALTAICA 2 noviembre, 2012 a 15:27 #

    Es posible que El golem se resienta con el paso del tiempo. Tendré que revisitarla. Un abrazo.

    • elcriticoabulico 2 noviembre, 2012 a 15:57 #

      Yo también, que ya te digo, fue hace tiempo y puede que no la cgiera en un buen momento…

  6. Dessjuest 2 noviembre, 2012 a 17:36 #

    Yo es que creo que la peli de Drácula, con mayúsculas, es la de Coppola, a lo mejor me tirais piedras y eso, pero me parece un peliculón impresionante, sin ser demasiado fiel a la novela, de acuerdo, pero juzgando la peli por sí sola… es que es una pasada.

    • elcriticoabulico 2 noviembre, 2012 a 18:15 #

      Sí,sí. Lo comentamos en alguna entrada, que es una peli con muchos detractores, pero en mi opinión soberbia, uno de esos ejemplos en los que la megalomanía de Coppola acaba por dar un resultado genial. Altaica también era fan reconocido de ella, por lo que recuerdo.

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