Encrucijada de odios

24 Jun

La guerra tras la guerra, el odio que no cesa. Encrucijada de odios para la sección de cine clásico de Bandeja de Plata.

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“El antisemitismo es un espejo donde se reflejan los defectos de los individuos, de las estructuras sociales y de los sistemas estatales. Dime de qué acusas a un judío y te diré de qué eres culpable.”

Vasili Grossman

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Encrucijada de odios

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Encrucijada de odios

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Año: 1947.

Director: Edward Dmytryk.

Reparto: Robert Young, Robert Mitchum, Robert Ryan, Gloria Grahame, George Cooper, William Phipps, Paul Kelly, Sam Levene

Tráiler

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           Las guerras no concluyen con la firma de la paz entre los contendientes. Sus demonios no entienden de armisticios. [más] La sociedad de posguerra, como ente multicéfalo conformado por la unidad de sus distintas piezas, también exhibe severas lesiones y cicatrices en su tejido. [más] De la Segunda Guerra Mundial, uno de los escasísimos conflictos que podrían considerarse justos, volverá sin embargo otro pelotón de hombres maltrechos [más].

Individuos destrozados en cuerpo y alma; personas desencantadas por la disolución de los ideales que habían protegido con su vida; soldados que descubren una nueva línea de batalla en casa; quintacolumnistas infiltrados por un enemigo que sobrevive y acecha entre las tinieblas. Una comunidad que se resquebraja, exigida por el esfuerzo bélico [más].

           Encrucijada de odios se abre con una batalla entre sombras, en la calidez de un salón, entre tres implicados anónimos y con un cadáver como saldo. Una escaramuza de apariencia nimia pero de significado trascendental. La intriga, y con ella el discurso de la obra, se desarrolla a partir de la investigación policial de Finlay, un hombre a quien ya no interesa nada, escarmentado por la convivencia continua con la miseria humana. [más] Una desengañada distancia moral que les permitirá ser los personajes que controlen la situación [más].

En síntesis, Encrucijada de odios emplea el asesinato como herramienta extrema con la que descubrir –y acaso extirpar después- los tumores que anida el cuerpo descompuesto de una comunidad aparentemente sana [más]. El presente filme también versa sobre esta cuestión racial, insoportablemente dolorosa si se tiene en cuenta el cariz de la guerra recién librada: el muerto es judío [más].

           Con una América corrompida como telón de fondo –alcohol, prostitución, rencor enquistado, violento autodesprecio,…-, esta intencionalidad discursiva del argumento llega a jugarle malas pasadas a un guion que, por otro lado, contiene sentencias de hondo calado y sabe edificar con habilidad el suspense criminal, dramático y ético [más].

           En el aspecto formal, Dmytryk rechaza integrarse en la corriente del noir realista, de talante social y estéticamente crudo que, a continuación de la guerra, habían popularizado realizadores como Jules Dassin. Su formulación es clásica, con un juego expresivo con la oscuridad que, de hecho, le sirve para sembrar sospechas, crear incertidumbres y diseminar simbólicas cruces sobre el escenario [más].

           A pesar del silencio de los cañones, el monstruo vive todavía, sí, pero se encuentra dentro de nosotros.

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Nota IMDB: 7,4.

Nota FilmAffinity: 7,1.

Nota del blog: 7,5.

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