Año: 2014.
Directores: Ben Safdie, Josh Safdie.
Reparto: Arielle Holmes, Caleb Landry Jones, Buddy Duress, Diana Singh, Benjamin Hampton, Necro.
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La serendipia también es una importante fuente creativa. Josh Safdie dio con Arielle Holmes por Manhattan mientras él y su hermano Ben estaban trabajando en un proyecto que, al final, cristalizaría pasados los años en Diamantes en bruto. Por entonces, Holmes trataba de sacar la cabeza de la vida en las calles y la adicción a la heroína. Intrigados por su historia, los hermanos la animaron a ponerla blanco sobre negro y, a partir de sus escritos, compusieron Heaven Knows What. Además, Holmes iniciaría su desintoxicación para consolidare como alma mater de este proyecto, asumiendo el protagonismo de esta adaptación de sus vivencias que, como remate, está dedicada a la memoria de Ilya Leontyev, su expareja, fallecido de sobredosis. Pero esta búsqueda de realismo desde la concepción de la producción no solo se restringía a Holmes. Otra de las cabezas del reparto, Buddy Duress, penaba en la cárcel durante la promoción de la cinta como colofón a su historial de trapicheo de drogas.
Por momentos, Heaven Knows What parece recoger la herencia del cine underground estadounidense con su cámara a pie de calle en modo guerrilla y su apariencia de urgencia, de veraz imperfección en sus planos ligeramente descentrados, trabados, interrumpidos por el ritmo urbano al que le importa un bledo las convenciones artísticas. Los movimientos de cámara, fluidos con la steadycam, y los enfoques lejanos integran a los personajes en este territorio salvaje y caótico, en perpetuo movimiento, vivo, vibrante. A veces, la protagonista desaparece en la masa, en el paisaje de esta Nueva York de mortecina luz invernal, y hay que rastrear la imagen en su busca, marginada en el rincón donde come precariamente o donde mendiga.
Pero, a pesar de estas alusiones estéticas y de afincarse en el pasado de una mujer que es a la vez testimonio y representación, Heaven Knows What no es una obra de intenciones documentales y también cuenta con recursos de ruptura, entre los que sobresale la estridente e invasiva banda sonora de ritmos electrónicos que, durante un punto climático de la introducción, de completo estrés, llega a ahogar el resto de sonidos.
Este es el escenario donde tiene lugar una relación tóxica y destructiva que es análoga al abuso de las drogas. Hasta se subrayará verbalmente escogiendo nada menos que una frase de Hellraiser: Revelations en la que se hermana el dolor con el placer. Porque lo cierto es que ese Ilya Leontyev es un imbécil redomado y puede que, de tan cruel y balbuceante, supere incluso los límites de lo que se admite como creíble -o cuanto menos interesante-. Heaven Knows What no destaca trasladando esa fascinación que provoca en la chica. Puede que esta no sea esa su principal intención, porque además no se retrata a una persona precisamente equilibrada y también es perfectamente verosímil que un yonki ofrezca un personaje plano, aunque tampoco creo que su crudeza -no exenta de cierta ternura y cariño por cómo observa a la persona/actriz- pretenda lo contrario.
Entretenida en describir sin jucios morales los azares cotidianos de Harley/Arielle para conseguir su dosis -unas penurias suficientemente vistas de suficientes maneras distintas y con suficientes empachos de argot y acentos callejeros, que de hecho aquí podrían equipararse por ambientación, apego por la realidad urbana, drogradicción y relaciones turbulentas a los de la cargante Pánico en Needle Park-, esa vertiente de tragedia sentimental termina quedando medio perdida por el camino durante el grueso del metraje para, al final, potenciarla de nuevo para intentar imprimirle, de forma un tanto tosca, un cierre dramático al desenlace.
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Nota IMDB: 6,8.
Nota FilmAffinity: 6,5.
Nota del blog: 6,5.
Contracrítica