Fear and Desire (Miedo y deseo)

21 Sep

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Año: 1953.

Director: Stanley Kubrick.

Reparto: Frank Silvera, Kenneth Harp, Paul Mazursky, Steve Coit, Virginia Leith, David Allen.

Filme

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         El propio Stanley Kubrick la calificaría como un acto de amateurismo, una obra comparable al dibujo de un niño que sus padres, condescendientes, ponen en la nevera. Celuloide para quemar. Hay fuertes pretensiones artísticas, aún no del todo maduradas, en Fear and Desire (Miedo y deseo), el debut del neoyorkino en el largometraje -si bien de apenas una hora de duración-.

         Autoproclamada como una historia universal sobre la guerra, sobre todas las guerras, a partir de sus imágenes uno puede intuir que Kubrick había estado emborrachándose de cine soviético. La atrocidad del homicidio bélico, con el expresivo uso del fuera de campo alternado con fogonazos de violencia, se diría sacada de Sergei Eisenstein. El rodaje, de inicio, sería silente.

Pero esta copia -o influencia-, vista décadas más tarde, ya no se percibe tanto como un defecto, como la imitación pueril que denunciaba el autor. El empleo enajenado de los primeros planos de unos actores sumidos en un escenario ilógico, donde forman parte de una pantomima grotesca y el enemigo es apenas decorado, mientras de fondo no cesa el inquietante rumor de las bombas, confiere una poderosa atmósfera irreal a la narración y hace más desesperada la odisea en compañía de la muerte de unos soldados reducidos a representaciones abstractas, intercambiables con cualquier individuo, de cualquier procedencia, tal y como indicaba la introducción. Incluso con el enemigo.

Ya está presente el distanciamiento de Kubrick y la tendencia al manierismo, como también lo está su firme antibelicismo y su sentido crítico hacia la sociedad.

         La voz en off revela el convulso estado psicológico de los personajes, en contaste con sus rostros. Atormentados soliloquios entre sombras. El punto de vista subjetivo y la composición de los planos que tratan de igualar al espectador con los soldados tras las líneas enemigas, con los muertos que yacen contorsionados en la penumbra. Menos que perros. Hay un sugerente hipnotismo en la destrucción de su humanidad, en su fragilidad humana, en su espera de la Parca. Por más que diga Kubrick -y buena parte de la crítica y el público-.

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Nota IMDB: 5,6.

Nota FilmAffinity: 5,6.

Nota del blog: 8.

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