Prince of Persia: Las arenas del tiempo

3 Ago

“En este negocio, la gente se olvida de que hacer cine es un arte.”

Tim Burton

.

.

Prince of Persia:

Las arenas del tiempo

.

Prince of Persia. Las arenas del tiempo.

Año: 2010.

Director: Mike Newell.

Reparto: Jake Gyllenhaal, Gemma Arterton, Ben Kingsley, Alfred Molina, Richard Coyle, Toby Kebbell, Ronald Pickup, Gísli Örn Garðarsson.

Tráiler

.

            Después del PC Fútbol, y en justa liza con el Arkanoid, el Tetris y el Commander Keen: Marooned on Mars, Prince of Persia, versión original de 1990 para MS-DOS, es el juego de ordenador en el que más horas de vida y temple de nervios he invertido. Para tratarse de cuatro píxeles de ocho colores, Prince of Persia ofrecía los movimientos, la acción y el grado de dificultad esencial para constituir una aventura adictiva que, además, en un rasgo de distinción particularmente apreciado –no por mi primo, que solía tener pesadillas con ello-, cultivaba unas ideas muy retorcidas e impactantes sobre el daño físico y la muerte violenta, en las que la fluida rotoscopia y la roja sangre se aliaba en perfecta armonía con la estridente gama de sonidos del Olivetti 286 o similares.

Esta razón sentimental –y legítima, considero-, es por la cual uno se muestra especialmente intransigente hacia lo que este pasatiempo pueda inspirar a otra colosal plataforma de ocio como es el cine, que siempre ha tenido una relación bastarda y tirando a deplorable con el videojuego. Que Prince of Persia: Las arenas del tiempo en realidad tome como modelo a una versión posterior de ese pequeño fetiche, poco importa para el caso.

            Prince of Persia es el típico producto de cuarta categoría con generoso presupuesto de ‘blockbuster’ veraniego –quizás no tanto, a vista de los resultados y de detalles como que algunos extras desaparezcan y reaparezcan en una misma escena-, y en el que el holgado capital se destina a la compra de la franquicia, a la campaña publicitaria, a la composición de un CGI que da espanto verlo y a la contratación de una estrella con gancho (Jake Gyllenhaal, con esa cara de buen chaval poco apropiada para un héroe épico) y de secundarios de peso y prestigio (Ben Kingsley, siempre en piloto automático, cosa que incluso el que suscribe, que no es en absoluto fan del británico, agradece).

La aventura: para otra ocasión, cuando haya guion.

            El libreto trata de armar una trama infantiloide a partir de personajes anémicos, un puñado de clichés literarios y cinematográficos –la conspiración palaciega, la muerte a traición del noble rey, el príncipe injustamente desterrado, la reivindicación del marginal-, y una abundante ración de dejes populacheros fatal entendidos –fantasmadas y chascarrillos de toda la vida, vamos-.

Pero todo ello se encuentra enhebrado de manera atropellada e incoherente –y con algún que otro saqueo notorio de otras obras del séptimo y el octavo arte-, en lo que supone una demostración de nulo rigor narrativo y desinterés de artesano a sueldo por parte del frecuentemente anodino Mike Newell, quien tampoco logra imprimir tensión y furia a las secuencias de acción –las cuales, cabe reconocer, en este tipo de producciones acostumbran ser responsabilidad de la segunda unidad de dirección-. No obstante, poco podía esperarse si la torpe puesta en escena, estruendosa y hortera, ya sumaba confusión a las escenas más estáticas y dramáticas, estas sí, por lo general, a cargo del realizador que encabeza el proyecto.

            Aparte de la ligera vis cómica que aporta un anacrónico apóstol de las pymes, tan solo alegra la función, como no podía ser de otra forma, la presencia refulgente y adictiva de Gemma Arterton.

 

Nota IMDB: 6,6.

Nota FilmAffinity: 5,7.

Nota del blog: 4.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.