En 300, unos fornidos hombres blancos luchaban por la libertad de Occidente contra gente próximo-oriental, negros y monstruos comandados por una drag queen. 300: El origen de un imperio, demuestra una extraordinaria coherencia de discurso y añade otro enemigo olvidado al que combatir: una mujer que ha perdido los nervios. En El Peliculista.
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Contracrítica