Waking Life

24 Jun

“El mecanismo productor de imágenes cinematográficas, por su manera de funcionar, es, entre todos los medios de expresión humana, el que más se parece al de la mente del hombre, o mejor aún, el que mejor imita el funcionamiento de la mente en estado de sueño.”

Luis Buñuel

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Waking Life

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Waking Life

Año: 2001.

Director: Richard Linklater.

Reparto (V.O.): Wiley Wiggins, Julie Delpy, Ethan Hawke.

Tráiler

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            El ser humano, autoproclamado dominador del universo, descubridor del funcionamiento de galaxias situadas a años luz de distancia, experto analista de la formulación interna de su propio planeta, firmemente posicionado en la vía de erigirse en demiurgo capaz de replicar la propia vida, aún se haya, a estas alturas, bloqueado por un muro infranqueable para su orgulloso conocimiento. Una barrera que forma parte de él mismo: ¿qué son los sueños? ¿Cuál es su función? ¿Qué significan?

Este cosmos acaso personal e intransferible, tan solo ha sido hollado mediante torpes obviedades y frágiles elucubraciones que todavía se encuentran lejos de alcanzar una explicación razonable a un suceso de orden cotidiano, diario y universal, y no por ello menos  fascinante e incognoscible.

           El cine, herramienta ocasional para la plasmación de las inquietudes humanas, no es ajena a la composición de la teoría del sueño, ni al intento de reformulación sensorial de sus códigos, en apariencia aleatorios y enigmáticos.

Eje fundamental para el surrealismo, modelo estético en el asfixiante expresionismo alemán, clave para un elemental análisis psicológico de personajes de raíces freudianas, alerta premonitoria de futuro, pincel para creación de una atmósfera de aspecto fantástico o ilusorio, viaje iniciático y moralizante, chapucera conclusión de realidades paralelas y angustiosas, antesala de una muerte violenta en Pesadilla en Elm Street, escenario para la realización amorosa en La ciencia del sueño, violable puerta de acceso a la mente en Origen,… El sueño ofrece infinitas y sugestivas variables. Pero, ¿cómo hacer verosímil la inverosimilitud aleatoria de los sueños? ¿Cómo capturar esa multiforme realidad experimentada y al mismo tiempo inaprensible?

             En Waking Life, Richard Linklater, cineasta independiente y mutante que había conseguido llamar la atención con la romántica Antes del amanecer para después no concretar del todo las expectativas despertadas, opta por emplear el sueño como medio y como fin de la obra.

Como medio porque a través de la animación por rotoscopio –recuperada luego en A Scanner Darkly-, Linklater envuelve las imágenes en un estado onírico que de otro modo resultaría dudoso: escenarios trémulos, licuados e inestables, incoherencias que rompen con las leyes físicas básicas, alucinaciones de formas y colores, efectos visuales destinados a enfatizar ideas, conceptos y variantes anímicas,…

También como fin porque Waking Life no es precisamente una película de estructura aristotélica, sino que se aproxima más a un ensayo o a un documental en el que exponer y encadenar teorías acerca de temas escurridizos, enjundiosos y complejos como el sentido de libertad, la justificación o el absurdo de la existencia, la condición humana, los misterios de la vida y la muerte y, por supuesto, la naturaleza del sueño como factor aglutinante, metafísico, esotérico e inescrutable.

             Por ello, una vez acostumbrado el cuerpo al particular universo de Waking Life, un tratado filosófico levantado sobre continuos y densos diálogos expositivos con puntuales incisos de aparente ficción inconexa, resulta extraño el apunte de hilo dramático que aparece en el último tercio de la cinta.

No obstante, dejando de lado esta anécdota que se diría producto de cierta indecisión final por parte de su autor, Waking Life, en su parquedad dramática (que no argumental), sus incontables lecturas y su hondura reflexiva, resulta en conjunto un filme tan cautivador, intuitivo e interesante en sus propuestas conceptuales como a ratos espeso e intelectualoide.    

              Aunque dista de ser redonda, se trata de una apuesta estimulante y arriesgada sobre uno de los fenómenos más apasionantes e ignotos de la vida humana.

 

Nota IMDB: 7,5.

Nota FilmAffinity: 7,6.

Nota del blog: 7.

6 respuestas to “Waking Life”

  1. E. J. Castroviejo 24 junio, 2013 a 19:40 #

    A mí, como buen muchacho de los 90, me encantó (y no la recuerdo con mucha nitidez). Se me quedó grabada (la comentaba hará unos meses en otro blog) la escena de Kurt Cobain enloqueciendo sobre el escenario mientras un mono (era un mono?) explicaba que pese al pesimismo de las corrientes contraculturales del momento al mismo tiempo se insinuaba que todo, cualquier cosa, seguía siendo posible. un saludo en este comentario desde una laguna mental. Tengo que volver a verla. Igual la vi en el momento apropiado y ahora….

    • elcriticoabulico 24 junio, 2013 a 23:01 #

      Buena memoria, sí señor. Ese fragmento, titulado Noise and Silence, lo puedes ver aquí, en inglés pero con preciosos subtítulos en portugués.
      No te desanime mi crítica, que se deja llevar un poco en la puntuación por mi cierta antipatía hacia las películas con exceso de discurso. Es una obra con momentos realmente mágicos, y discursos con un contenido más que atinado que invitan a una reflexión profunda. Merece la pena darle una (segunda) oportunidad.

      • E. J. Castroviejo 25 junio, 2013 a 00:24 #

        Sí señor, esto era. A mí la peli me llamo la atención, volveré a verla este verano. Esas escenas de Cobain estaban en el Sold Out que la banda sacó tras el fatal desenlace del artista, un video vhs de actuaciones en directo que pude ver mil veces en cuanto salió a la venta. Oh qué tiempos, me encantó la inclusión y animación de esas imágenes en el discurso en cuestión.

        • elcriticoabulico 25 junio, 2013 a 01:43 #

          Reconozco que si no lo llegas a mencionar ni me entero. Demasiado concentrado en el discurso del mono estaba.

  2. leda 31 julio, 2020 a 01:13 #

    Esa pelicula es bastante interesante. En mi canal de YouTube, hice un análisis sobre ella y otras películas animadas para adultos realizadas con animación digital. Si quieres consultar este es el enlace👇

    • elcriticoabulico 31 julio, 2020 a 14:21 #

      ¡Hola, Leda!
      Buf, ni me acordaba de los Happy Tree Friends. Yo soy muy fan de la animación (para adultos y para no adultos, creo que pocas cosas hay más sorprendentes y creativas que El asombroso mundo de Gumball) y me da la impresión de que estamos en una edad dorada del género.
      ¡Gracias por comentar!

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