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Up in the Air

9 Abr

«El hombre encuentra su goce en comer, en el acto de reproducirse, en vestirse, cuando puede, en suma, en su parte animal, pero no en lo que lo diferencia de éstos: en el trabajo.»

Karl Marx

 

 

Up in the Air

 

Año: 2009.

Director: Jason Reitman.

Reparto: George Clooney, Vera Farmiga, Anna Kendrick, Amy Morton, Melanie Lynskey, Jason Bateman, Danny McBride.

Tráiler

 

 

           Dados los tiempos que nos aguardan en materia de trabajo con una reforma que impone un despido abaratado, más americano, ya sea a partir de reforma laboral, ya sea a través de la llegada de cualquier billonario caprichoso con unos casinos que vender a precio de alma, parece buen momento para presentar a un pájaro de mal agüero cuyo empleo consiste en dejar sin empleo a otros: un despedidor profesional de nombre Ryan Bingham (un George Clooney empeñado en abordar papeles con significación política, económico o social).

           A pesar del lirismo con el que se concibe a sí mismo, no es más que otra víctima del desarraigo de la sociedad norteamericana, cuyas contradicciones e hipocresías ya había explorado Jason Reitman, con la misma apariencia de amarga comedia o desenfadado drama, con resultados meritorios, en sus anteriores Gracias por fumar y Juno.

Es un lobo solitario en eterna huida de responsabilidades, lazos o cualquier cosa tangible, su particular sistema de autodefensa frente a las constantes decepciones de ser adulto. Una existencia de plástico, de falsa cordialidad, falso espíritu acogedor y falsas relaciones. Su ausencia de raíces es tal que considera el avión, el aire sobre lo que nada puede crecer, su propia casa. Su objetivo vital consiste en acumular con avaricia millas de vuelo. Su matrimonio, su profesión, una cosa que, como dice la moralejilla del filme –expuesta por auténticos desempleados recientes y, sin embargo, con un regusto acomodaticio desde la fácil postura de un sobrerremunerado director/guionista de Hollywood-, tampoco es lo más importante de la vida.

Más bien, el desempleo no es sino el simple miedo universal al cambio que podría asaltar al sujeto en cuestión en cualquier otra circunstancia.

            El desarrollo, con todo lo predecible que puede resultar el tópico del hombre seguro de sí mismo que expone como verdades sólidas e incuestionables sus propias teorías vitales, está contado con cierta gracia y ocasionales golpes de inteligencia, pese a que no duda en emplear de vez en cuando algún golpe bajo o facilón que impide trascender la superficialidad que realmente se esconde tras sus pretensiones de radiografía social.

A esto hay que añadir un estilo visual ameno, con interesantes soluciones como ese punto de vista de Bingham, reducido a un cúmulo de acciones mecanizadas, pero que, sin embargo, ni con el apoyo de un elenco que cumple con creces termina de contrarrestar un ritmo demasiado irregular, más pesado de la cuenta.

            Buenas intenciones no del todo satisfechas. Brilla más de lo que realmente es.

 

Nota IMDB: 7,6.

Nota FilmAffinity: 6,5.

Nota del blog: 6.