“Yo estoy de parte del cocodrilo. ¡Ojalá se trague enteros a tus amigos!”
Mrs. Bickerman (Mandíbulas)
El territorio de la bestia
Año: 2007.
Director: Gregg McLean.
Reparto: Michael Vartan, Radha Mitchell, Sam Worthington, John Jarratt.
Es curioso que un animal que se ha prodigado poco (y mal) en el cine coincida en la gran pantalla por dos veces en el mismo año, más aún si es de la misma subespecie y del mismo país, como el cocodrilo marino australiano, que se pondría las botas a merendar domingueros en el año 2007 merced a Black Water y El territorio de la bestia –aparte de la americana Cocodrilo, un asesino en serie, esta vez en con cocodrilos del Nilo en Burundi-.
Se podría ver a ambas producciones como herederas del ozploitation, la variante de la exploitation que exprimía clichés y sabores típicamente australianos y que situaría de modo definitivo en el mapa el cine de las antípodas allá entre las décadas de los sesenta y los setenta, más aún teniendo en cuenta que el primer éxito del director y guionista de la cinta, Greg McLean, había sido un sangriento horror film del Outback como Wolf Creek.
De nuevo en la Australia indómita, McLean propone un ejercicio de supervivencia frente a la amenaza natural que supone un cocodrilo dispuesto a arruinar un precioso día de campo a un grupo de turistas guiado por una bella exploradora (Radha Mitchell) y entre los que se encuentra un hastiado escritor de viajes norteamericano (Michael Vartan).
A diferencia que en la obra de Trauki, McLean parece tener mayores aspiraciones de crear una película con más apariencia de cine “normal”, menos desinhibida y orgullosamente consciente de su condición de serie B de bajos vuelos que la anterior. Es quizás por ello que, además de renunciar al refrescante humor negro del que hacen gala muchas de estas producciones –a excepción de un recurso clásico de las películas de terror como es el de meter una canción contradictoria e irónicamente ingenua en los créditos finales-, tarda más en entrar en calor, molestándose en presentar a unos personajes que, sin embargo, como las situaciones que se desarrollarán posteriormente, tampoco van a salirse más allá de las características clásicas de los arquetipos de todo slasher, survival o película de catástrofes en ciernes, con su clara división entre el héroe, la chica, el antagonista, los dead meat preparados especialmente para que no te importe su muerte sangrienta, etcétera.
Es decir, nada que se salga de lo habitual en el género, si bien hay que reconocer que McLean consigue una cinta que, a grandes rasgos, se mantiene entretenida durante todo el metraje y en la que destaca un reparto en el que, aparte de la más consagrada Radha Mitchell, se pueden reconocer rostros que ya estaban apunto de dar el salto a los blockbusters hollywoodienses como Sam Worthington y Mia Wasikowska.
Nota IMDB: 6,4.
Nota FilmAffinity: 5,4.
Nota del blog: 5.
Contracrítica