“Un zulú es solo un hombre… y yo no temo a ningún hombre… pero los zulúes, vienen a millares… como una negra ola de muerte… a millares… con sus lanzas… ¡apuñalando!”
Q.S.M. Bloomfield (Amanecer Zulú)
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Zulú
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Año: 1964.
Director: Cy Endfield.
Reparto: Stanley Baker, Michael Caine, James Booth, Nigel Green, Jack Hawkins.
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Inmerso en pleno proceso descolonizador, con la crisis social y económica que ello conllevaba, Reino Unido necesitaba héroes. Contrariamente a esto, el cine inglés en boga en aquel momento, el Free Cinema, tendía más hacia posturas pesimistas, en las que el protagonista era el común frente a lo aristocrático, lo cotidiano frente a lo épico, lo social frente a la pompa.
Aún así, siempre quedaba espacio para el cine épico en recuerdo de las viejas glorias, el cual, como Zulú, miraba hacia los episodios gloriosos del Imperio o de la Segunda Guerra Mundial.
Esta película -eso sí, dirigida por el americano Cy Endfield-, recrea uno de los episodios iniciales de la Guerra Anglo-Zulú, iniciada en 1879, en concreto la batalla de Rorke’s Drift, con la espartana resistencia de un contingente británico de 140 hombres frente a 4000 nativos embravecidos por la anterior victoria en la batalla de Isandhlwana, es decir, un western a la inglesa en la que los ingleses ofician de cowboys asediados en el fuerte y los zulúes de indios rabiosos -o de mexicanos, en el caso de El Álamo-.
Sí es cierto que se notan ciertas pretensiones de realismo más modernas como en el cierto intento de comprensión de los nativos, que aunque no es que estén perfilados al detalle no se puede decir que sean puramente salvajes malvados y estúpidos. A ello se añade un dibujo de personajes más individualizado y menos encorsetado que en otras de su estilo, con algunos de ellos bastante interesantes, aunque no siempre originales. Se trata, en definitiva, de un guion bastante irregular que, pese a ofrecer una notable ración de detalles desmitificadores a propósito del ejército de Su Majestad, acaba por decantarse claramente por la loa a la flema y la épica británica según avanza el filme.
Con un argumento y personajes que tardan algo en entrar en calor, también demasiado preocupada en los minutos iniciales en mostrar la postal exótica del pueblo zulú, las virtudes de la cinta se hallan sobre todo en el buen manejo de la tensión y acción bélica –bueno, algunas muertes quedan aún muy de mentira-, la impresionante escenografía -enmarcada en localizaciones naturales en Sudáfrica-, y en el más que decente nivel interpretativo, en el que cabe destacar el debut con buen pie del gran Michael Caine en el rol de señorito inglés metido a militar de carrera y en conflicto de egos con el teniente en cargo John Chard (Stanley Baker), pragmático y racional, recién llegado al destacamento y perteneciente al cuerpo de ingenieros.
Al final, en conjunto resulta una película medianamente interesante.
Contaría quince años después con una especie de precuela, Amanecer Zulú, precisamente centrada en esa batalla de Isandhlwana, con el propio Cy Endfield en el guion, y que el que suscribe recuerda como una película muy aburrida.
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Nota IMDB: 7,8.
Nota FilmAffinity: 7.
Nota del blog: 7.
Contracrítica