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El graduado

12 Abr

«Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.»

Antonio Machado

 

 

El graduado

 

Año: 1967.

Director: Mike Nichols.

Reparto: Dustin Hoffman, Anne Bancroft, Katharine Ross.

Tráiler

 

 

            Los últimos años de la década de los sesenta son un periodo de cambio para un Hollywood anquilosado y arruinado por superproducciones de cartón piedra, la falta de ideas frescas y por el auge de la televisión en el hogar del americano medio. La influencia de corrientes europeas como la Nouvelle Vague francesa o el Free cinema británico más desde las producciones televisivas surge una hornada de nuevos autores, anticipados ya en parte por la generación de la TV, que asumen todas estas novedades de temática y realización junto con el gusto y el conocimiento del cine más clásico.

Parte de este proceso como uno de sus primeros pasos, es El graduado, de Mike Nichols, una obra que supone un buen número de innovaciones y rupturas tanto por su argumento como por su elaboración.

            Encuadrada en una época en pleno proceso de cambio en la sociedad americana, El graduado presenta, basado en la novela de Charles Webb, la historia de un joven, brillante y desorientado estudiante (Dustin Hoffman, en su primer papel importante) que tendrá su particular rito de paso a la edad adulta de la mano -y algo más- de una atractiva mujer madura (Anne Bancroft), un amor prohibido y adúltero que se verá alterado con el retorno a casa de la hija de esta (Katharine Ross).

             En guion hábilmente trazado construye un protagonista perfectamente identificable –quién no se puede ver reflejado en parte en esa torpeza de crío principiante-, con un desarrollo narrativo sólidamente construido, con dosis de humor realmente logradas, sobre todo en la parte de seducción entre Bancroft y Hoffman, y una parte dramática no menos desdeñable, hasta un final quizás demasiado alocado; con unos personajes que simplemente son mostrados como son, sin ser juzgados ni expuestos gratuitamente pese la amoralidad, o no, de sus actos. Más allá del escándalo que supuso la historia de amor, ahora ya superado con creces, el retrato de la amarga desestructuración familiar de la cinta era un hecho no menos revolucionario por entonces.

Por otra parte, la realización de Nichols, un director procedente de la escena teatral, aporta poderosas novedades en la forma y la narración, como el uso de la escenografía, el montaje y los diversos cambios de plano para reflejar la psicología del protagonista (cámara inestable en situaciones de agobio y confusión, cambio abrupto de escenarios para realzar la importancia única de los encuentros con Mrs. Robinson que monopolizan su mente, el famoso plano y contraplano de los chimpancés en pareja y el gorila solitario en el zoo,…). 

Logradas interpretaciones, destacable fotografía de Robert Surtees y buena banda sonora a cargo de Simon & Garfunkel para redondear una película que compensa a la perfección el ser atractiva al público con la innovación y la originalidad.

           Una obra que supone un paso adelante en muchos aspectos y que aún mantiene un enorme encanto.

 

Nota IMDB: 8,2.

Nota FilmAffinity: 7,6.

Nota del blog: 8.

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